sábado, 1 de marzo de 2014

Marzo

¡Bienvenido, marzo!

Creo saber por qué marzo es mi mes favorito: porque trae consigo las flores (y tomarles fotos es inevitable para mí), y sus colores - que para mí son la manifestación de la alegría - lo inundan todo. A través de las flores, la vida me parece hermosa. 

Marzo es las flores.
Marzo es los colores.
Y marzo, las flores y los colores son tres más de mis razones para sonreír. 

Veo a marzo como el mes en el que sólo falta voltear a un jardín para creer - debido a mi tendencia al romanticismo y la cursilería - que la felicidad puede materializarse.

Marzo es mi mes favorito, sin duda.
Marzo es el mes para sonreír.

¡Bienvenido, marzo!

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Nos atacan por dos frentes

¿Se ha preguntado usted, señor (señorita) lector (lectora) quién gobierna este país? Más allá de que nos gobierne el PRI y abierta y descaradamente nos esté jodiendo, yo ya llegué a la conclusión de que los que gobiernan son también otros:

El lunes tuve que viajar a un hermoso pueblo en Guerrero que amo muy cañón: se llama Ixcapuzalco y es el pueblo que he visitado prácticamente todas las navidades de mi vida. Es donde vivía mi abuelita. Tuve que ir porque ella se fue y fuimos a dejarla en su pueblo luego de operaciones dolorosas y unos días muy difíciles para ella en un hospital de Toluca. Ya se fue, y creo que es mejor para que ya no sufra. Cuando la vi en el ataúd la veía tan tranquila, tan sin dolor, que en cierta forma agradezco que ya no tenga sufrimiento, aunque los que nos quedamos la vayamos a extrañar tanto... Pero ese no es punto de este texto...

Ya que tuve que viajar el lunes, lo primero que pensé fue que me preocupaba pasar tarde por Teloloapan, una ciudad que cruzamos para llegar al pueblo. Luego, no quería recorrer de Teloloapan a El Pochote cuando hubiera oscurecido, porque hay retenes, no de federales o policías, sino de narcos. Cuando pasamos por ahí, ya estaba oscureciendo, pero llegamos a El Pochote sin problemas.

Ya me sentía tranquila, cuando casi entrando al pueblo, vi una camioneta atravesada en la carretera. Les juro que me dolió el estómago de miedo: juré que era un retén y tuve miedo por mi hermana y mi prima, por mi papá, por mi tía y por mí... No sabía quiénes eran o qué querían. Finalmente pasamos sin problema porque la camioneta sólo estaba cargando algo a la orilla de la angosta carretera...

El punto es que me duele mucho que ese lugar pacífico, que tanto disfrutaba, que podía estar hasta las 3, 4 o 5 de la mañana en la plaza, que era "pueblo quieto" y que amo tanto, hoy esté lleno de narcos, sicarios y esos que mi primito de ocho años que vive allá llama "los malos".

La tragedia empezó en Teloloapan hace unos tres o cuatro años: balaceras, descabezados, ataques a las oficinas de gobierno, extorsiones, cobro de "cuotas" a los negocios... Hoy eso pasa en el pueblito de Ixcapuzalco: las tienditas de las que viven personas que no tienen otro ingreso, pagan cuota. Los que venden una res tienen que pagar por la venta y lo que la compran, también. "Los malos" se la pasan en la plaza en la que yo me subía a los árboles con mis primos cuando era niña; y de ahí vigilan y hacen sus negocios. Los sábados son los días de "plaza" y ahí van señoras y viejitos que siembran cualquier cosita y la van a vender. Esos días, "los malos" pasan puesto por puesto cobrando su cuota.

Secuestraron a una chica y a su familia, sólo porque aparentemente son los que tienen más dinero en el pueblo, le pidieron un rescate de dos millones de pesos, que obviamente no juntaron. No sé cuánto dieron, pero al final liberaron a la jovencita a la que en dos semanas le dieron de comer tres veces y la dejaron a la intemperie en una camioneta, con lluvia, sin baño, sin cobija, sin comida.

Mi primo de ocho años los conoce, los ve pasar en sus "camionetotas" y sabe que son "los malos".

Y todo este detalle para decirles que me preocupa mucho porque así como está hoy Ixcapuzalco y Teloloapan, están muchos pueblos. No sólo es Michoacán, también lo es Guerrero, también lo es una ciudad que empezaba a crecer y hoy está atada de manos ante la delincuencia, también lo es un pueblito perdido en una montaña escondida a tres horas de Iguala, ese lugar que tanto quiero.

Y así va el país sumergiéndose en un mar sin fondo de delincuencia, asesinatos, narcotráfico y maldad. Y de verdad no sé cómo vamos a salir de eso... Hoy gobiernos locales, estatales y federales están sometidos ante las amenazas o - igualmente grave - están coludidos con "los malos". Y en serio me pregunto ¿Cómo se detiene esto? ¿Cómo podrán las personas de un pueblito defenderse? ¿Cómo podrá el gobierno defender a la gente? ¿Cómo se acabará con esta epidemia que empieza a contagiar estados del país y que entre más tiempo pase, más difícil será erradicar?

Me preocupa mucho México, me preocupa mucho la gente que siembra (a quien le pagan muy mal sus cosechas) que ahora tiene que pagar a los grupos como los Caballeros Templarios para sacar sus productos y venderlos en una plaza cercana,  me preocupa la gente que está conviviendo a diario con estas personas y quienes no tienen opción para salir de ahí, me preocupa que gente de bien (que sobrevive sembrando o vendiendo animales) hoy viva con miedo a los secuestros, me preocupan los alcaldes y síndicos de los pueblitos, como el de Santa Ana Maya que, si defienden a su gente, los asesinan. Me preocupa el estado actual de tantos y tantos pueblos en los que nada pasaba y ahora están sometidos e impedidos para actuar ante los grupos delincuentes que se han adueñado de ellos.

Me gustaría que el cierre de este texto fuera optimista, pero no lo es. Tampoco tengo una respuesta o propuesta de solución que concluya esta entrada. Lo único que sé es que no veo solución y me preocupa mucho, porque no sé cómo ni cuándo se podrá parar esta tendencia que lleva a México cada vez a un pozo más profundo. Hoy no sólo me preocupa el gobierno priísta que a través de reformas nos jode y nos impide crecer (ellos no cobran por sacar cosechas, ellos suben impuestos a clase media; ellos no asesinan en un pueblo, ellos afectan a la juventud con reformas educativas; ellos no dejan cabezas colgadas, ellos sólo benefician a los que más tienen jodiendo a los que no tienen). Hoy me preocupa que hay otros "malos" que empiezan a gobernar en este país... Y pues nada: nos gobiernan por dos frentes, y los dos frentes son igual de malos para México.

miércoles, 30 de octubre de 2013

La justicia no se logra a través de un indulto

Durante siglos, mientras el mundo estaba lleno de reyes y éstos ejercían (obviamente) un poder absoluto, autoritario e inapelable; el indulto fue un acto de “bondad y clemencia” por parte del rey, que se presentaba así como un hombre generoso y “humano” (si pensamos que muchos de éstos se consideraban de una calidad humana superior al resto). En el Reino Unido, por ejemplo, donde todavía existe la figura de una reina, es sólo ella quien puede otorgar el indulto.

Ayer en la noche, Enrique Peña Nieto (quien ejerce el cargo de presidente de este país, pero a quien yo no reconozco como tal), anunció que el Diario Oficial de la Federación publicará reformas al Código Penal Federal que permiten el indulto. A partir de dicha publicación, el señor Peña Nieto generosamente otorgará el indulto al maestro Alberto Patishtán, quien lleva 13 años en la cárcel acusado de emboscar y asesinar policías en Chiapas.

El tema aquí es que a través de un “indulto” se logrará la libertad de un hombre que a todas luces es inocente, que fue obligado a declarar sin abogado, a quien se le detuvo sin una orden de aprehensión y por quien el organismo Amnistía Internacional ha intercedido varias veces, apelando su inocencia.

¿Cómo se puede “indultar” a alguien inocente? ¿Cómo puede alguien que es un delincuente que robó la presidencia, que no ha podido explicar bien a bien la muerte de su esposa, que ha sido acusado de mandar golpear maestros gays que hoy están en el exilio, “indultar” a alguien? ¿Con qué cara puede dárselas de héroe?

La sociedad civil ha exigido durante años la libertad de Patishtán, no como un favor, no como un “acto piadoso” del gobierno, sino por justicia. Simplemente por justicia.

Ayer leía una nota titulada “La justicia mexicana niega la libertad a Patishtán”. Sentí coraje al ver que se refieran a los tribunales y jueces como “justicia”. México está muy lejos de ser un país justo.

El caso de Patishtán es uno entre miles. Muchos indígenas que no hablan español hoy se encuentran encarcelados porque no pueden comunicarse, porque no tienen un abogado que hable su lengua y los pueda defender, porque no tienen dinero para pagar un buen defensor, que viven en una total injusticia, sin siquiera saber por qué están en la cárcel.

Me da mucho gusto que Patishtán quede libre mañana, pero no me da gusto que sea por un “indulto” y no porque en nuestro país exista verdadera justicia.

Como he leído en Twitter desde anoche. Este indulto de Peña Nieto es en realidad un insulto para Patishtán.

PD. ¿Se han puesto a pensar las amplias posibilidades que esta reforma le otorga al presidente en turno? ¡Podrán liberar a quien quieran! Hoy, Peña Nieto se quiere sentir héroe con Patishtán, pero también puede ser un villano para los mexicanos con esto del indulto. ¿A quién creen que libere después? Porque ya soltaron a Salinas (y le devolvieron todo el dinero que robó del erario) y liberaron también a Caro Quintero. ¿Quien creen que siga, ahora cobijados con esta reforma para otorgar indultos? 

martes, 9 de julio de 2013

Si tuviéramos un buen Ejército...

Las Fuerzas Armadas egipcias depusieron hace unos días al presidente Mohamed Mursi por "no haber respondido a las peticiones del pueblo". Qué bonito se lee. Qué bonito es. El ejército de aquel país dejó de lado esa corta visión de que deben honrar al presidente y pasar por alto las demandas de la gente.

Cada vez que lo pienso, me imagino qué habría pasado si el Ejército no hubiera disparado en el 68 contra los estudiantes o si el Ejército hubiera defendido las elecciones del 88, o las del 2006, o las del 2012. Qué pasaría si hoy el Ejército no reconociera en México a un presidente impuesto creado por la TV nacional.

Sé que estamos lejos de tener un Ejército para el pueblo. Lo sé porque hoy en día, los generales mexicanos viven luchando contra el narco o involucrándose con él, porque nosotros no tenemos un jefe del ejército como el egipcio Abdel-Fatah el-Sissi que salga a la calle con argumentos de defensa de la gente. Porque aquí lo primero que hace nuestro Ejército luego de las elecciones, es jurar lealtad al presidente, sea éste legal, espurio o impuesto.

Sé que el conflicto egipcio es muy diferente a lo que vive México: los problemas religiosos son quizá el punto de partido de la situación actual y en México es difícil que haya enfrentamientos por cuestiones religiosas. Por ello, entender o comparar todo aquello (el levantamiento civil, la reacción del Ejército, el golpe de estado, etc.) con nuestro país es inútil y - sobre todo - infundado; sin embargo lo que hoy le admiro a aquel país es un jefe del Ejército diciendo: "Esto pasa por 'no haber respondido a las peticiones del Pueblo'". Me imagino uno así para México.


Todavía me queda la ilusión de que un día los movimientos ciudadanos que surjan en México serán fuertes y nuestro Ejército no podrá hacerse de oídos sordos. Porque yo no pierdo la esperanza de que el Ejército Mexicano un día tome decisiones, deje de subordinarse a un "Jefe de Estado" mediocre, y accione de acuerdo a “las peticiones del pueblo”.

martes, 14 de mayo de 2013

Quiero ver al Karma en acción


¿Ustedes creen en el karma, en el destino, en que todo en esta vida se paga? Yo no del todo, la verdad.

He visto historias de gente que va por la vida haciendo mal, y hasta parece que esas malas obras son premiadas con buena suerte. También he visto historias de personajes históricos, como Hitler, que merecían ser cortados en pedacitos o enfrentar el potro, o ser sometidos a cualquiera de las más dolorosas torturas de la Edad Media y no recibieron un castigo real, que fuera ponderable al nivel de las atrocidades que cometieron.

La reciente sentencia del Tribunal guatemalteco contra Efraín Ríos Montt por genocidio me parece un caso poco común: el dictador fue condenado a 80 años de cárcel por la muerte de indígenas en los años 80; y aunque leo que hay empresarios de ese país pidiendo que se anule la sentencia, también es cierto que el hecho ha sido aplaudido por varios organismos internacionales.

Y entonces volteo a las últimas décadas atrás en México y digo: ¿qué castigo tuvo Díaz Ordaz? ¿qué castigo tuvo el PRI por la muerte de tanta gente que no tuvieron para comer o dónde vivir durante su dictadura pasada de 70 años? ¿qué castigo tuvo (hasta ahora) Calderón por su guerra contra el narco?

Aunque aplaudo que un dictador pague sus culpas (aunque reconozco que lo hago sin conocer a profundidad el tema de Guatemala), también es cierto que espero ver a más asesinos y criminales condenados a pagar sus crímenes.

Hoy leí que la Corte Penal Internacional no desechó y – por el contrario – ya revisa la demanda firmada por 23 mil mexicanos contra Felipe Calderón por crímenes de guerra y lesa humanidad.

Espero que ese sea uno de los casos de karma que pueda ver.

lunes, 4 de marzo de 2013

Los votantes del PRI son como una mujer golpeada


Cuando me cuentan de esas mujeres a las que el marido golpea y ellas lo perdonan una y otra vez, pienso que sólo alguien con muy, muy baja autoestima puede vivir en un esquema de maltrato por años sin alzar la voz, sin rebelarse. Vive una pesadilla cotidiana, pero le da miedo aventurarse a buscar un hombre que le ofrezca paz, porque no cree que sea posible una vida tranquila, con amor; sólo conoce lo malo y cree que es la única forma de vivir.

Así son los votantes del PRI: han vivido por décadas la jodidez del gobierno priísta, pero llega en la campaña del 2012 y les habla bonito (con tarjetas de Soriana y un dizque guapo), y ahí van de nuevo a creerle y darle su voto de confianza.

Pero lo triste de todo esto es que no son sólo ellos los golpeados, sino que se llevan entre las patas a todos nosotros. No podemos y no tenemos forma de exigir que les suban el IVA a ellos, o que vendan su partecita de PEMEX y no toquen la nuestra. Nos toca ser arrastrados ahora que el PRI decidió eliminar de sus estatutos el renglón que se negaba a discutir el IVA en alimentos y medicinas.

Según Amnistía Internacional, México presenta una pobreza alimentaria del 30 por ciento en su territorio. 30 por ciento de los mexicanos no tienen para comer, niños que mueren por desnutrición y falta de atención médica, por no tener acceso a medicamentos carísimos; es decir, que viven en esas terribles condiciones básicamente por los alimentos y medicinas que les son inalcanzables aún sin IVA.

Y viene el PRI, que con su “cara bonita” aseguró que había cambiado, pero ya prepara la nueva madriza a los mexicanos.

El PAN desató hace siete años una campaña asegurando que AMLO era un peligro para México y hoy se ve – con mayor claridad para los escépticos – que el verdadero enemigo es el de siempre, que el PRI es nuestra peor pesadilla, y que desgraciadamente aquellos que confiaron en él le abrieron la puerta a otros 70 años de robo, corrupción, engaños y, en resumen, una peor forma de vivir para los mexicanos. AMLO es esa promesa de una vida mejor, pero los ciegos que votaron por el PRI volvieron a creerle al golpeador; y aquí estamos de nuevo, viendo cómo van a poner IVA a alimentos y medicinas, cómo preparan la venta de PEMEX y cómo nosotros no podemos hacer mucho, porque como siempre, la falta de participación política y desorganización nos ganan.

PD. Hoy Carmen Aristegui hacía notar que otro de los cambios del PRI en su reunión de ayer eliminó lo que se conocía como la “sana distancia” entre el Ejecutivo y su partido, así como la intención de renovar al IFAI, obviamente para imponer a quienes sean favorables a él y a las decisiones de su partido. Estas dos señales son la prueba del regreso del presidencialismo y una prueba más de que el PRI viene con todo, a seguir golpeando a los mexicanos, aunque nos haya dicho que cambió (y haya habido quienes le creyeron).