Lámpara¿(s)?
martes, 19 de marzo de 2013
lunes, 4 de marzo de 2013
Los votantes del PRI son como una mujer golpeada
Cuando
me cuentan de esas mujeres a las que el marido golpea y ellas lo perdonan una y
otra vez, pienso que sólo alguien con muy, muy baja autoestima puede vivir en
un esquema de maltrato por años sin alzar la voz, sin rebelarse. Vive una
pesadilla cotidiana, pero le da miedo aventurarse a buscar un hombre que le
ofrezca paz, porque no cree que sea posible una vida tranquila, con amor; sólo
conoce lo malo y cree que es la única forma de vivir.
Así
son los votantes del PRI: han vivido por décadas la jodidez del gobierno
priísta, pero llega en la campaña del 2012 y les habla bonito (con tarjetas de
Soriana y un dizque guapo), y ahí van de nuevo a creerle y darle su voto de
confianza.
Pero
lo triste de todo esto es que no son sólo ellos los golpeados, sino que se
llevan entre las patas a todos nosotros. No podemos y no tenemos forma de
exigir que les suban el IVA a ellos, o que vendan su partecita de PEMEX y no
toquen la nuestra. Nos toca ser arrastrados ahora que el PRI decidió eliminar
de sus estatutos el renglón que se negaba a discutir el IVA en alimentos y
medicinas.
Según Amnistía
Internacional, México presenta una pobreza alimentaria del 30 por ciento en su
territorio. 30 por ciento de los mexicanos no tienen para comer, niños que mueren
por desnutrición y falta de atención médica, por no tener acceso a medicamentos
carísimos; es decir, que viven en esas terribles condiciones básicamente por
los alimentos y medicinas que les son inalcanzables aún sin IVA.
Y
viene el PRI, que con su “cara bonita” aseguró que había cambiado, pero ya
prepara la nueva madriza a los
mexicanos.
El
PAN desató hace siete años una campaña asegurando que AMLO era un peligro para
México y hoy se ve – con mayor claridad para los escépticos – que el verdadero
enemigo es el de siempre, que el PRI es nuestra peor pesadilla, y que
desgraciadamente aquellos que confiaron en él le abrieron la puerta a otros 70
años de robo, corrupción, engaños y, en resumen, una peor forma de vivir para
los mexicanos. AMLO es esa promesa de una vida mejor, pero los ciegos que
votaron por el PRI volvieron a creerle al golpeador; y aquí estamos de nuevo,
viendo cómo van a poner IVA a alimentos y medicinas, cómo preparan la venta de
PEMEX y cómo nosotros no podemos hacer mucho, porque como siempre, la falta de
participación política y desorganización nos ganan.
PD.
Hoy Carmen Aristegui hacía notar que otro de los cambios del PRI en su reunión
de ayer eliminó lo que se conocía como la “sana distancia” entre el Ejecutivo y
su partido, así como la intención de renovar
al IFAI, obviamente para imponer a quienes sean favorables a él y a las
decisiones de su partido. Estas dos señales son la prueba del regreso del
presidencialismo y una prueba más de que el PRI viene con todo, a seguir
golpeando a los mexicanos, aunque nos haya dicho que cambió (y haya habido
quienes le creyeron).
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